Pos eso que va quedando mu largo y se me va la actualidad...
Ya con la ciudad visitada má o menos sólo me quedaba rematar. Me iba hacia el centro a pasear y me encontré de nuevo con mi amigo del McDonalds que venía de cortarse el pelo y que ya flipaba igual que yo de encontrarnos en to los laos. Me subí a un tranvía. Unos gallegos en frente de mí. Entra una señora de 50 años con su bolsa de la compra. Dos paradas más adelante nada más cerrar las puertas, mete la mano en la bolsa de la compra, saca un brazalete y una placa y empieza a pedir billetes. Me quedé flipando con el camuflaje, herencia comunista supongo. Los gallegos como buenos españoles no habían fichado.
Me fui a ver Memento Park que es un parque a donde llevaron todas las estatuas de la etapa comunista. Son las fotos de las estatuas chungas de metal de las diapositivas, ta bien pero no merece mucho la pena porque hay que ir a tomar pol culo a mano derecha pa llegar. Logo me volví pal centro y vi a mis amigas las del primer día (las hijaputas) que andaban otra vez al acecho. Pa rematar antes de irme a sobar se me acercó otro tipo de trabajadora que intentaba la táctica de dónde se coge el autobús. A esta tardé un poco más en calarla pero todo el mundo comete fallos. Demasiado interés personal. :(. Cené como un señor en un italiano. El carpaccio de melón es una pasada.
El día siguiente me subí al castillo y encontré una cosita que me faltaba: El laberinto. Como experiencia es una pasada. Bajas a una cueva superbien ambientada con una lámpara que no se ve un cagao y te vas encontrando cosas. Tardé una hora en recorrer un kilómetro. Y luego la sorpresa final. Sí es vino.
Más adelante aparecieron los primos Albo: unos mexicanos mu majetes con los que me fui de cervezas hasta las tantas. Quedé con ellos al día siguiente pero no pudimos coincidir. De todas formas les mando un saludo también ;).
El último día aproveché para sacar algunas fotos que me faltaban pero nada nuevo. Iba a haber alquilado un coche para ver algo de los alrededores pero viendo las señales de Hungría, pasé. Bueno volví a ver a mi amigo del McDonalds y a las hijas de puta trabajando.
Y por fín llegó el día de la vuelta :(.
En el bus al aeroopuerto estuve de charla con unos señores de Carabanchel y su hijo, un profesor de Español en la Universidad de Budapest, que en España estudió (al loro) filología húngara y letona. Tócate los cojones.
Quiero agradecer a Air Europa su inutilidad a la hora de gestionar mi billete y a su rapidez en general lo que, que tras dos horas de cola no me permitió entrar a la zona franca con suficiente tiempo para comprar una puta botella de vino con la que deshacerme de los florines/forintos que me sobraban. Además al final llegar a Madrid encontré esta pegatina tan chuli. Significa que la policía húngara había abierto la maleta y revuelto el contenido. Se abrió el bote de aftersun y se desparramó por todo el neceser. Yupi.

Y salvo este último incidente, mu rebien. Espero que os haya gustao. Y si me he dejao algo pos ya me acordaré o no. Hale.