Lleno de emoción y de sueño porque me había levantao a las 5 la mañana llego al auropuerto Ferihegy, que como luego comprobé estaba -mira tú qué casualidad- en Budapest. De momento todo bien. Pillo el bus que me lleva al metro que me lleva al hotel. El metro de allí es pa verlo.
El barrio donde estaba el hotel,
mejor no verlo. Parecía un
barrio arrasado por un bombardeo o por un incendio. En fin.
Me planto en el hotel. Acojonante. Bueno acojonante pa uno que viaja en autostop y duerme en cunetas. Digamos mejor muy bien y nos quitamos de líos.
Paso dos: hacerse con una tarjeta de turista para poder viajar en transporte público tener descuentos en museos y esas historias. ¿Cómo se hace? Muy fácil: se va uno a la aventura, porque el sentido de la orientación de uno es excepcional.
Esta es mi ruta del primer día. Entre la K y la M fui en transporte público. Desde la T hasta el hotel también. Restamos 5 km y nos da 16. Dado que aunque mi estado físico ha mejorado mucho últimamente, sigue siendo lamentable, al día siguiente me levanté a la 1 de la tarde.
Sé que tengo un cierto sexaplín entre las mujeres. Eso se demostró cuando me metí al metro y nada más entrar una señorita se me acercó sonriente.
Las tengo locas, pensé. Algo se me encendió en el celebro despertando mi sentido arácnido. Cuando dejé de echar telarañas por el culo, observé que algo fallaba... giré a mi alrededor. Otra señorita venía hacia mí.
¿qué las das, pirata?Primera lección sobre Budapest: en el metro hay putas. Vale que podría decir prostitutas pero diciendo putas también se me entiende.
Desilusionado, seguí con mi ruta. Empecé a sacar
fotos con mi supermóvil.
Segunda lección sobre Budapest (y otros destinos) Si quieres fotos buenas necesitas una cámara porque un móvil es para hablar por teléfono, imbécil.
Viéndome en la necesidad de adquirir una cámara me dirigí a un centro comercial que me habían indicado. La madre que me parió. Me metí en el centro comercial más grande que he visto en mi vida. Toda la puta tarde perdida en un
centro comercial -G en el mapa-, que por otra parte tenía los precios más altos que en España. Eso es el turismo, pasarte un día en un centro comercial. Salí de allí a las 5.
Tercera lección sobre Budapest: Budapest está en un país que se llama Hungría en el cual no se cambia la hora, o sea a las 8 es de noche. A las 5 empieza a atardecer. Seguí con mi recorrido por la otra parte del río, saqué las fotos que pude antes de que se hiciera de noche. Algo es
algo. Y con eso me iba pal hotel.
En una plaza muy céntrica dos señoritas ( esta vez no eran putas) bastante estupendas me preguntaron si podía dejarles el mapa porque venían de no sé que sitio y habían quedado con unos amigos y no encontraban la calle. Muy agradecidas me dijeron que si quería ir con ellas a tomar una cerveza. Ahí no fue mi instinto arácnido, fue el sentido común. Si esto no te ha pasado nunca en España, ¿te va a pasar en tu primer día en Hungría? ¿Estas dos señoritas mu estupendas no tienen a nadie más con quien tomar cerveza? ¿Cumpliré con el canon de belleza del hombre húngaro?. Como las respuestas fueron no,si,no y como algo había leído al respecto, decline la oferta. Como he dicho anteriormente no eran putas, eran hijas de puta. En la guía (gracias a dios que me la compré) lo ponía bien claro, que logo te llevan a sitios de a 100/200 leuros la cerveca que un señor de 2x2 se encarga de cobrarte.
Cené en un McDonalds (odio los sitios de comida rápida pero no había mas), me cai en la ducha, me eché calmate en los pieses y me metí a sobar. Para el primer día no estaba mal.