Till the eggs of the meter. First.
Hoy he vuelto a coger una línea de metro que hacía mucho que no frecuentaba y he recordado por qué quería volver al frío de Burgos. Acabo de darme de lo injusto que he sido cada vez que en el tren me quejaba de ir apretado… Detrás de mí iba un pobrecito clavándome un portátil y digo portátil por la marca que me ha dejao en el brazo. A mi izquierda una señora iba tan pegada a mí que me he visto en la obligación moral de ofrecerle ir a formalizar una hipoteca juntos. El señor de delante tenía mi bolso-mariconera clavao en una zona de su cuerpo que, por la cara que ha puesto, hacía tiempo que nadie le apretaba. Hemos quedao para tomar un café por la tarde.

Luego en el bus ya mejor… aunque ahora que caigo… he pasado más calor que el muzzy… joputa del barrio. ¡Trenes de Cercanías llevadme con vosotros!!!!

Esto es lo que yo andaba buscando… calidad de vida. Estoy que bailo de alegría.

Conociéndome como me conozco y ya sea por el caracter estepario o por el propio de mi persona humana, esto va a ser el primer post de una larga serie de rabietas castellanas.

Por cierto ese que se ve arriba es la portada de mi libro preferido... igual así aquellos que lean este blog se explican muchas cosas. Cuando me patrocine alguna librería pongo un acceso directo a la tienda.
2 Responses
  1. LA OTRA MARI Says:

    Hola Chavalote, con que ese es tu libro favorito, pues yo lo lei unas cuantas veces hace muchos muchos muuuuchos años (aquellos maravillosos años) y aun lo tengo en casa, me encanto asi que lo volveré a leer, lo guardaba para mis hijos pero como dudo que los tenga algun dia pues lo leeré yo otra vez, por enesima vez.


  2. Alberto Says:

    Sólo me lo he leído unas mil veces... hay capítulos que me sé de memoria. Lo de los hijos,... cuando menos te lo esperes :)