The what is falling en estado puro... Este post es sumamente escatológico. Avisaos quedáis.
He vuelto y con ideas en las mientes. Iba a comenzar a retirar fondos del celebro cuando me he encontrado con esto. Es como la volea de Iniesta... hay que meterla.
La noticia es
esta. Lean con atención, que si no luego, no se me enteran de nada. Extracto del artículo.
Revelan que un espermatozoide es capaz de almacenar 37,5MB de información de ADN
Por más increíble que te parezca, los espermatozoides no sólo son claves a la hora de traer bebés al mundo y dar el toque de masculinidad a los hombres sino que, en un mundo virtualizado, serían capaces de almacenar… ¡37,5MB de información de ADN!
por cada eyaculación de un hombre común y corriente se efectuaría una transferencia de cerca de 1.587,5 Terabytes (Tb) de datos. ¿Nada mal, eh? Esto significaría que una sola eyaculación representa una capacidad de almacenamiento muy superior a la que, se supone, tiene el cerebro humano de tan sólo 10Tb según Hitachi, compañía experta en discos duros.
Se confirma que la idea de que los hombres tenemos el cerebro en la chorra, es falsa. Resulta que al final el cerebro lo tenemos en los webos. Resulta que debajo la chorra tenemos la puta fábrica de USBs de Samsung.
Ahora me explico yo lo de la pérdida de memoria que últimamente me aqueja. Debe ser que se me ha llenado el disco del cerebro y estoy guardando las cosas nuevas en ... dispositivos extraíbles. Y luego claro, extraigo el dispositivo en modo no seguro y se me pierde la información. Pero paso de recuperar la información perdida.
Yo siempre he tenido la impresión de que pensaba con el culo pero resulta que no. Cerca pero no.
Igual este descubrimiento no está mal del todo. Voy a intentar conectarme un cable USB en el ojal y descargarme las fotos de la cámara en las alforjitas del amor. ¿Y para ir a revelarlas? No voy a distinguir un revelado de una revisión de próstata.
Lo que pasa que igual es incómodo ir con el cable colgando por ahí. Igual me pongo un bluetooth. La idea de ir con un diente azul en los huevos puede parecer grotesca pero seguro que todos ustedes, queridos lectores han llevado un walkman. Eso sí que era chungo. Y además con la tecnología actual puedo hacer que el bluetooth sea manos libres. Fíjate, rascarse uno los huevos hablando con el pinganillo de la oreja. Al final ya verás, me voy a hacer un lío con los pinganillos y voy a ir a mear con la oreja y me voy a meter un bastoncillo por... diossssss.
Lo que sí voy a hacer es mirar si en las zonas wifi se me ponen los huevos verdes para indicar la cobertura. Si los veo rojos me saco la antena que es direccional e igual no la tengo bien orientada, que siempre se me ha ido un poco pa un lado.
Y ya lo que molaría sería mandar un mail. Lo que pasa es que no sé como podría uno escribir el mensaje. Supongo que dictándolo. Aunque si lo dictas hablando no creo que te oigan los gemelos por que el aire va pa fuera. Seguro que se puede hacer eructando hacia adentro. Digo yo.
Está claro es que la adolescencia es una época de aprendizaje en la que hasta que se forja la personalidad, la información va y viene con suma facilidad. Y también queda claro que en un momento dado, ciertas informaciones nos pueden salpicar a todos. Qué agudo soy hablando de bobadas. Ya podía haberme aplicado igual en la carrera.
Esto es todo. Si les ha parecido poco, están ustedes enfermos. Gracias por su paciencia.